El cigarrillo electrónico parece una opción más segura para los fumadores: en lugar de quemar una mezcla de tabaco, el dispositivo usa un elemento para calentar una solución líquida que contiene nicotina. En lugar de exhalar una nube de humo, el que fuma ese dispositivo exhala sobre todo vapor de agua. Pero, ¿suponen los e-cigarrillos un riesgo para los fumadores pasivos?
Un nuevo estudio, uno de los primeros en examinar el asunto del vapor de segunda mano del e cig
descubre que aunque podrías recibir una bocanada de nicotina ( si el e-cigarrillo viene con nicotina) por estar cerca de alguien que fuma un e-cigarro, probablemente no estarás inhalando mucho más.
“Nos interesaba saber si las personas que están bastante cerca de usuarios de cigarrillos electrónicos pueden exponerse a alguna sustancia (tóxica) o a la nicotina”, dijo el autor del estudio Maciej Goniewicz, investigador del Roswell Park Cancer Institute en Buffalo, N.Y.
Para su estudio, publicado en la revista Nicotine and Tobacco Research, Goniewicz y sus colegas analizaron tres tipos diferentes de e-cigarrillos populares en Polonia. Llevaron a cabo varios experimentos usando máquinas de fumar y voluntarios humanos para soplar automáticamente en e-cigarrillos o en los tradicionales. Los científicos recogieron los vapores o humos resultantes y analizaron las muestras.
Descubrieron que tanto el vapor de un e-cigarrillo como el de un cigarrillo convencional contenían nicotina, pero la concentración media del vapor de un e-cigarrillo era casi 10 veces menor a la encontrada en el humo del tabaco. No obstante, el vapor del e-cigarrillo no contenía ninguno de los otros productos tóxicos encontrados en el humo del tabaco.
“El hallazgo fundamental de este estudio es que los e-cigarrillos emiten cantidades de nicotina pero no emiten cantidades significativas de monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles ni toxinas”, según escribieron los autores.
Goniewicz señala que su estudio es limitado; estaban buscando únicamente algunas de las substancias químicas halladas en el humo del tabaco, el cual contiene más de 5.000 elementos. Se precisan más estudios para investigar otros componentes potencialmente perjudiciales como el formaldehído.
“Aún no sabemos cómo responder a esta pregunta”, dijo Goniewicz. “Anteriormente, jamás tuvimos un dispositivo que solo arrojara nicotina al ambiente”.
Pese a que sabemos que los fumadores no enferman de cáncer por la nicotina en sí, Goniewicz afirma que podrían existir algunas subpoblaciones –madres embarazadas, personas con cancer– donde la exposición a la nicotina podría provocar potencialmente algún daño. Y la exposición ocasional a los vapores del e-cigarrillo en un bar o restaurante constituye una situación totalmente diferente a la de vivir con un usuario asiduo.
“Cuando comparamos los cigarrillos electrónicos con los cigarrillos de tabaco, vemos los beneficios potenciales”, dice Goniewicz.
Este estudio fue patrocinado por el Ministerio de Ciencia de Polonia. Goniewicz ha recibido financiación de Pfizer y del Center for Tobacco Control Studies de Reino Unido y su co-autor Andrzej Sobczak recibió financiación para viajes e investigación de Chic Group Ltd., un fabricante polaco de cigarrillos electrónicos.
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